Capìtulo 1
Capacitación, productividad y psicología nacional.
a) La clave para comprender el subdesarrollo de México, se encuentra
en la ideología (idiosincrasia) de su población.
A pesar de
que México cuenta con una gran diversidad de riquezas naturales y su posición
geográfica es ventajosa, debido a que no logra administrar ni aprovechar sus
recursos, es aún un país subdesarrollado, esto se atribuye en gran medida a la
forma de actuar de la población, la cual puede contrastarse en dos categorías: una
conducta activa e ingeniosa mientras que otra es apática e inhibida. El primer
grupo de personas es quien se está preocupando por analizar y estudiar la
situación del país para poder mejorarla.
Existe un
gran número de literatura e información sobre productividad, finanzas y
administración en diversos países del mundo, pero no basta sólo con tener los
conocimientos teóricos, técnicas y métodos para lograr la eficiencia en las
organizaciones, sino que la base de ello se encuentra en el componente humano.
Las personas son distintas en los diferentes
países y, si no somos iguales aún siendo seres humanos, tampoco lo seremos como
trabajadores pues somos el resultado de la interacción de la combinación de
tres elementos: 1) la genética, es decir, la herencia biológica de nuestros
antecesores; 2) el ambiente, que va desde el medio geográfico (clima, relieve),
hasta la cultura y la situación familiar en la que vamos creciendo y
desarrollando el factor número 3) que corresponde a nuestra personalidad y es ahí
donde se encuentra el origen de las conductas laborales de los seres humanos,
en la idiosincrasia y psicología de cada nación.
Si se desea
comprender y orientar a los mexicanos hacia la eficacia en la productividad es
muy importante conocer “la psicología del mexicano” la cual no puede separarse
de “la historia del México” y de su cultura.
b) La mexicanidad, objeto filosófico y psicológico.
Actualmente
existen características que nos hacen identificarnos como una nación y
distinguirnos de otras, a esto se le llama mexicanidad. Sin embargo para
consolidar esta identidad social, tuvo que pasar un largo periodo de tiempo
desde La Conquista (que fue conocida como la época novohispana) hasta que en
1821, a la consumación de La Guerra de Independencia que empezó a generarse
esta conciencia nacional. El autoconocimiento nacional se consolidó en 1910,
durante La Revolución Mexicana pues fue cuando algunos mexicanos como José
Vasconcelos, Antonio Caso y Samuel Ramos se preocuparon por conocernos nuestra
identidad como pueblo y en aquella época, de la mano de muralistas como Diego Rivera
y José Clemente Orozco, lograron plasmar las primeras huellas de lo que
constituye a la mexicanidad, la cual no sólo se estudió desde al ámbito
sociológico y artístico sino también filosófico.
Capítulo 2
Los procesos de aculturación del ser humano
Los seres
humanos aun perteneciendo a la misma especia, poseemos características físicas y psicológicas muy particulares, que
van a ir dependiendo del ambiente en el que nos desarrollamos. Se dice entonces
que tenemos una doble adaptación porque por un lado, nos amoldamos a un medio
natural (que influye en nuestros rasgos fenotípicos) y por otro a un medio
socialmente creado: la cultura, que constituye usos, costumbres, tradiciones y
creencias de un lugar determinado, las personas podemos crecer en uno o más de
estos medios físicos o psicológicos y sociales. Es de esta forma, mediante la interacción
de la herencia biológica, junto con las experiencias de vida de cada persona
como se va entretejiendo la idiosincrasia individual y colectiva de todos los
seres humanos.
Haciendo
una metáfora, creo que los seres humanos somos como una barra de plastilina,
aunque estamos hechos básicamente del mismo material, la cultura toma el papel
de las manos que, al aculturarnos o inculturarnos moldean y dan forma a nuestra
mentalidad: nuestra forma de pensar, actuar e incluso sentir y expresarnos
(pues abarca desde el lenguaje, hasta los usos y costumbres de un lugar
determinado) que corresponde a la de la región en la que crecemos; sin embargo,
éstos no son tan definitivos, como lo son los factores biológicos que nos
constituyen.
La cultura está
compuesta por un ramillete de elementos, dentro de ellos, sin duda una de sus bases esenciales, se
encuentra en los valores, pues son los ejes que la guìan y definen en
diferentes contextos como la familia, la escuela, el gobierno, la religión, el
trabajo, entre otros. Los valores forman el timón que dirige el carácter social,
el cuàl distingue a una comunidad humana de otra.
Para poder
analizar la psicología de una nación, en este caso, la psicología del mexicano,
es indispensable remontarnos al pasado en busca de los orígenes del país e identificar
los episodios importantes que ha tenido la existencia del pueblo en cuestión,
las fechas no serían tan importantes sino la manera en la que las personas se
han involucrado en estos hechos históricos, pues finalmente, los seres humanos
son quienes a lo largo del tiempo han sido los autores tanto de su historia
personal, como colectiva.
Se ha
catalogado al mexicano, como una persona floja, irresponsable y poco
comprometido con su empresa, éste no es una problemática actual, sino que viene
enraizada desde años, siglos atrás. Esta apatía mexicana, puede contemplarse
desde dos perspectivas: una conformista,
que no llevará a ningún lado, y otra, que podría catapultar a un gran cambio en
la personalidad del mexicano, pues nos haría más conscientes de la situación en
la que nos encontramos para poder buscar e implementar estrategias para
mejorarla, pues, parafraseando a Marc Bloch: Si se ignora el pasado del país, será
muy difícil comprender si estado presentes, pues somos producto de la historia
nacional.
Capítulo 3
La sociedad mexicana, su génesis y su cultura.
Los mexicanos actuales, en resumen, somos la combinación
de tres ingredientes distintos:
- El elemento indígena: durante la época prehispánica, en el país existieron un gran número de tribus indígenas, pero puede decirse que la más sobresaliente fue la cultura azteca, quien se mostraba muy autoritaria en cuanto a los términos religiosos. Aunque este componente fue violentamente apagado durante la conquista española, aún permanece latente en el inconsciente colectivo de los mexicanos. Como se ha mencionado al principio del documento, el valor indígena vuelve a recuperarse hacia el año de 1910 con los movimientos sociales e intelectuales que surgieron dentro del país.
- El elemento hispano-cristiano: que se refiere tanto a la mezcolanza ideológica como biológica que se dio cuando los españoles llegaron a conquistar las tierras americanas: que incluyen el catolicismo español más el absolutismo de la corona española.
- Existe un tercer componente, que es relativamente más reciente que los dos anteriores, se trata del elemento anglosajón; el cuál ejerce influencia directa sobre nuestra cultura pues proviene de nuestro vecino capitalista: Estados Unidos de América.
a)El componente indígena
La cultura
azteca, es la más representativa de la época prehispánica pues se mostraron
siempre dominantes y lograron expandir su cultura a los demás pueblos indígenas.
La cosmovisión
del pueblo azteca era cíclico y apocalíptico, pues así como la naturaleza pasa
por diversas fases: el nacimiento, el desarrollo, la plenitud y la muerte, el
fin era inminente pero al final todo en el Universo volvía a empezar mediante
la sucesión de soles o mundos. Su perspectiva entonces, era fatalista, la destrucción
tarde o temprano llegaría. Según sus predicciones, a principios del siglo XVI
del calendario gregoriano, llegaba a su fin la época cósmica del Quinto Sol y
se creía en la llegada de Quetzalcóatl (y coincidentemente, para esas fechas desembarcaron
los españoles a América, y su llegada causó asociación con el regresar de su
dios).
Los aztecas
creían deberles obediencia y sumisión a sus dioses, pues los hombres habían sido
creados con ese único objetivo. Para poder honrar y fortalecer a sus dioses,
llevaron a cabo sacrificios humanos. Otras características del pueblo azteca
fueron:
-Poseían
una sociedad marcadamente jerarquizada de manera piramidal, es decir, tenían
estratos sociales: en la punta, y con menor número de integrantes, se encontraban
los guerreros, los nobles y los sacerdotes; la cabeza de todo era el tlatoani o
gobernante.
-El aspecto
productivo, dependía además de los caprichos de los dioses (como el de la
lluvia o el de la fertilidad) a los que tenían que complacerlos a través de
ofrendas y sacrificios para que éstos se
mostraran benévolos y les permitieran tener buenas cosechas y demás beneficios.
-Su
lenguaje, mentalidad y expresión, eran sobre todo metafóricos…de contenido más
bien subjetivo que realista y objetivo. Manejaban mucho simbolismo y expresión poética.
-Se dice
que si mentalidad es “teológica-paragógica-dramática” porque el Universo se
encuentra en una eterna lucha entre fuerzas antagonistas: el bien y el mal. Los
sacrificios humanos representan el renacimiento de la vida a través de la
muerte.
-La cultura
se sostiene por tres pilares: la religión, el comercio y la guerra. La ciencia
se encuentra salpicada por ciertos toques religiosos y místicos, y aunque en
cuanto al conocimiento de la naturaleza y del mundo por medio de la astronomía y
las matemáticas estaba muy desarrollado, apenas existían escasos avances tecnológicos.
-Como
creyeron estar bajo el dominio y capricho de sus dioses, aprendieron a tener
una actitud pasiva ante lo que les acontecía, con una actitud resignada y
dependiente.
Aunque
aparentemente estas características mencionadas anteriormente eran pesimistas,
eran las que le dotaban sentido y orden a la existencia de este pueblo.
Sorprende saber que para la época en la que se encontraban y la tecnología que
manejaban, la organización social era uno de sus fuertes: los bienes estaban
bien distribuidos y la educación era obligatoria para todos, había bajos índices
de delincuencia y de alcoholismo.
-Procuraban
ser complacientes con sus superiores y que se sometía y sometía a los otros
ante el mandato divino.
b)El componente hispano
A partir de
1942, cuando se hizo oficial el descubrimiento de 2El Nuevo Mundo”, muchos países
europeos en su ambición de apoderarse de
“las tierras prometidas” comenzaron a realizar cruzadas y viajes hacia América
con la finalidad de iniciar una colonización para apropiarse de los recursos y
de las tierras que existían en este continente. México no estuvo exento de
ello, y así como inició una Conquista militar, también hubo una Evangelización
religiosa, aquí llama la atención una frase que se menciona en el texto: “Comenzaron
las conquistas de indios acabada la de moros, porque siempre guerreasen los
españoles contra infieles”, casualmente, cuando se descubría América, los
españoles apenas terminaban su lucha contra los moros para recuperar las
tierras sagradas, así que ya eran especialistas y sanguinarios en batalla, lo
que se corrobora al llegar aquí por la forma tan déspota y violenta con la que
trataron a los indígenas con el afán de apoderarse de sus tierras.
Del grupo
de españoles que pisaron tierras mexicanas (aunque aún no eran conocidas asì en
ese entonces) pueden distinguirse dos grupos: los soldados y militares, que
eran intrépidos, aventureros, toscos y sedientos de poder y fortuna; los
frailes misioneros, que eran personas afanosas, de carácter suave pero muy rígidos
en su forma de pensar, sumisos ante los militares y el gobierno español pero no
de igual forma con los indígenas pues con tal de imponer su ideología religiosa
fueron cómplices de los actos atroces que cometieron los soldados en nombre de
la corona real. Es así como surge la conquista se da a través del virreinato y
el mandato arzobispal, las razones que los trajeron a conquistar América fueron
tres:
·
La ambición por obtener riquezas y
poder, la aventura.
·
La idea de civilizar a nativos en educación y costumbres adecuadas, pues èstos
pueblos blancos menospreciaban su posición al creer que por tener usos y
costumbres diferentes eran menores en estatus.
·
El fin caritativo de inculcarles la
religión cristiana para garantizar la salvación de estos pueblos, que tenían
ideas absurdas y ponían su fe en los dioses equivocados.
De entre
los conquistadores, una figura representativa es Hernàn Cortès, pues era audaz
y hacía todo cuanto podía para lograr lo que querìa pasando por encima de otras
personas.
Contrariamente
a como somos en la actualidad los mexicanos, que depositamos cierta
responsabilidad en la religión, desde que los españoles llegaron América ellos
ya poseían una mentalidad práctica y autónoma de sus creencias religiosas. En
otras palabras, los españoles no veían a la religión como algo para recargarse
sino como que, junto con su voluntad, podría
catapultarlos hacia sus aspiraciones. Los mexicanos muy “Dios proveerá” y los
españoles muy “ayúdate, que Dios te ayudará”.
Suele
disfrazarse a la imagen de los militares españoles con un aire paternal, rígido
y severo, y a los misioneros los dotan con unas cualidades más suaves y compasivas,
pero la realidad fue muy distinta. Con el afán de apodrarse de las tierras y de
los nativos, y de convertirlos a la fe cristiana ambas partes llevaron a cabo
actos atroces, y creo que atroz apenas describe los horrores por los que
pasaron los indìgenas: destrozaron su organización social, creencias y cultura.
Durante el virreinato
no sólo hubo un cambio ideológico en el pueblo hispano, sino que también el
medio natural comenzó a verse modificado con el empleo de la tecnología traída
de Europa.
c)El choque de las culturas
Leyendo
este subtema, es curioso recordar como en los libros de historia de la escuela
al hablar de la conquista española, mencionaban un “encuentro entre dos
culturas” cuando en realidad lo que ocurrió fue un enfrentamiento entre dos
mundos, uno para defender sus tierras y otro para imponerse y dominar nuevos territorios.
El producto de ello no fue una mezcla uniforme sino más bien heterogénea.
Nunca hubo negociaciones
ni argumentos entre conquistadores y nativos, sólo un enfrentamiento cruento y
sangriento. Al estar desprovistos de armas y tecnología, los naturales no
tuvieron más que resignarse y someterse a la imposición española. Fueron
despojados de sus tierras, de su organización social, de sus creencias y
costumbres: quedaron en desamparo total.
¿Por qué
los españoles llegaron a “Las Indias” sintiéndose con todos los derechos sobre
estas tierras? Buenos pues, porque en efecto, la tenían. La corona española les
entregó a los eclesiásticos misioneros las concesiones para evangelizar al
nuevo mundo, un acto “caritativo” para guiarlos a la salvación pues según las políticas
papales, los aborígenes paganos estaban obligados a concederles sus posesiones
a los únicos hijos de Dios. La guerra entre ambos bandos fue terriblemente
brutal, tanto que los siglos transcurridos desde entonces no han sido
suficientes para superar el trauma.
Los nativos
no podían diferencias entre “españoles” y “cristianos”, para ellos eran los mismos.
Los invasores llegaron con la intención de propagar la palabra y el amor de
Dios, pero al mismo tiempo con el afán de dominar, los españoles eran crueles y
sanguinarios; no bastaba sólo con asesinar a los indios que no querían acceder
a someterse a su cultura, sino que los torturaban y hacían sufrir: los quemaban
vivos o entrenaban a perros hambrientos para que los despedazaran y comieran su
carne, fue una masacre total. Los colonos al menospreciar a los indígenas,
abusaron de sus mujeres y el producto de esta unión fueron los mestizos; mayormente conocidos como “los hijos de la
chingada”. Al quedar la imagen de la mujer devaluada ante su propio pueblo y
menospreciado por los españoles, el mestizo era de igual forma devaluado y
despreciado, no pertenecía a ninguno de los dos mundos, ahora los indios y mestizos
tenían que buscar su propio sitio en el mundo. Aún después de largos años, los
mexicanos guardamos en la historia la presencia de estos tres factores: la
Conquista, representada por la figura de Hernán Cortés; la resistencia llevada
a cabo por los nativos, encabezada por Cuauhtémoc y la docilidad y maleabilidad
simbolizada con Juan Diego.
muy bien
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